viernes, 4 de julio de 2008

LA HERMENÉUTICA COMO MÉTODO



Gutiérrez Pantoja, Gabriel(1986), en Metodología de las Ciencias Sociales II. México: Harla. Cap. II – Pp. 139-165



El concepto de hermenéutica proviene de la expresión griega hermeneúcin, que significa el arte de interpretar, en su sentido más amplio. La idea de la hermenéutica es la sustentación de una "ciencia o método universal" cuya finalidad es la interpretación y la comprensión, léase el entendimiento crítico y objetivo del sentido de las cosas en su generalidad. Esto significa que la hermenéutica intenta establecer un proceso por medio del cual se haga, inicialmente, una interpretación en torno al sentido de cualquier fenómeno, y en una segunda instancia, se realice la comprensión del mismo. Este enunciado ilustra vagamente, la actividad hermenéutica, pero esta actividad no es ni ha sido homogénea, por lo que, para lograr un entendimiento global de la misma, es necesario que se ilustren las principales etapas y tendencias que llevaron ala formación de su concepción moderna.
Por lo tanto, expondremos someramente las formas diversas en que se ha empleado el concepto de hermenéutica. Originalmente, la hermenéutica fue una interpretación técnica de los poetas de la Grecia clásica sobre los trabajos de sus colegas; el proceso de enseñanza exigía que los estudiosos pudieran identificar el sentido de las expresiones expuestas y criticarlas. Las ideas de Homero fueron motivo de esas interpretaciones.

2.4.1 La hermenéutica filológica
Una de las formas primarias de la aplicación hermenéutica se hizo en la filología.
Sobre esto, Dilthey afirma: ''tenemos ya la filología como un arte de recensión de textos, de crítica superior, de interpretación y de valoración fundada en una comprensión íntima del idioma: una de las creaciones últimas y más genuinas del espíritu griego; pues en éste, desde Homero, uno de los impulsos más poderosos fue el gusto por el discurso humano. La filología como arte de recensión, de reseñar los textos, además estudiar los textos, trasciende esa técnica de reseña y estudio para interpretar y comprender.
Interpretación y comprensión se convierten así en base de la hermenéutica filológica que establece reglas para una técnica general sobre ella, el citado autor nos ilustra: ''...los grandes filólogos alejandrinos empezaron a cobrar conciencia de las reglas contenidas en su técnica general. Aristarco procede ya conscientemente con el principio de establecer con rigor y amplitud el uso del lenguaje en Homero y de basar sobre ello la explicación y la fijación del texto. Hisparco fundó con plena conciencia la interpretación real basándose en una investigación histórico-literaria al señalar las fuentes de Aratos e interpretando así este poema.
Y cuando se reconocieron entre las poesías atribuidas tradicionalmente a Hesiodo los apócrifos, se eliminaron de los poemas homéricos un gran número de versos y se afirmó que el último canto de la [liada y con mayor unanimidad, una parte del canto penúltimo y el último canto íntegro de la Odisea eran creaciones más recientes, se debieron estos triunfos al empleo hábil del principio de la analogía en cuya virtud se vino a establecer una especie de canon del uso del lenguaje, del círculo de representaciones, de la concordancia interna y del valor estético de un poema, eliminándose lo que lo contradecía."
La hermenéutica de la escuela alejandrina basa su interpretación en la analogía, la cual compara el lenguaje, las representaciones, la concordancia interna y el valor estético de un poema o escrito, cuya autoría se ha identificado ampliamente con aquellas obras o partes de ellas que se encuentran en duda por ser apócrifas, por no, presentarse como auténticas del autor al que se le adjudican. Esta hermenéutica busca, como dice el párrafo anterior, la eliminación de las contradicciones.
Si hablamos de la analogía en el contexto de la hermenéutica, se podría decir que esa interpretación en vez de ser hermenéutica puede ser resuelta por el método analógico en su sentido comparativo, pero la propuesta va más allá de ese método.
La justificación de usar la analogía como parte de la hermenéutica la describe Paul Ricoeur de la siguiente manera: "...ninguna interpretación notable ha podido constituirse sin tener que tomar prestado algo de los modos de comprensión disponibles en una época dada: mito, alegoría, metáfora, analogía, etc.'' En efecto, como el autor lo indica, la analogía adquiere aquí la función del comprender, y ésta se vincula con la interpretación para sustentar la hermenéutica.
La hermenéutica así entendida, como interpretación y comprensión, encuentra proposición en Aristóteles: "Esta vinculación de la interpretación -en el sentido preciso de la exégesis textual- a la comprensión -en el sentido amplio de la inteligencia de los signos- ha sido probada por uno de los sentidos tradicionales de la misma palabra hermenéutica, aquel que nos viene del Perí hermenéias de Aristóteles; es notorio, en efecto, que en Aristóteles la hermenéica no se limita a la alegoría, sino que concierne a todo discurso significante; aún más, es el discurso significante el que es hermenéia el que 'interpreta' la realidad, en la medida en que dice 'alguna cosa de alguna cosa'; hay hermenéia, porque la enunciación es una captación de lo real por medio de expresiones significantes... Tal es la primera y más originaria relación entre el concepto de interpretación y el de comprensión; esta relación comunica entre sí los problemas técnicos de la exégesis textual con los problemas más generales de la significación y del lenguaje."
Para Aristóteles la interpretación es la significación misma, es la exposición del contenido del objeto; reflejando al objeto mediante cualquier forma de expresión se interpreta. Según Ricoeur: "No es ilegitimo buscar en la noción aristotélica de interpretación el origen de nuestro propio problema, aunque la coincidencia con la 'interpretación', aristotélica parezca puramente verbal; en efecto, la palabra misma no figura sino en el título; más aún, no designa una ciencia que se ocupe de las significaciones, sino la significación misma, la del nombre, el verbo, la proposición y en general, el discurso. Es interpretación todo sonido emitido por la voz y dotado de significación -toda phoné semantiké, toda vox significativa. En este sentido el nombre ya es en sí mismo interpretación, y el verbo también, puesto que allí enunciamos algo; pero la enunciación o phasis se toma del sentido total del logos; así que el sentido completo de la hermenéutica no aparece sino con el enunciado complejo, con la frase que Aristóteles llama logos y que comprende tanto la orden, el ruego, la pregunta, como el discurso declarativo o apophansis. La hermenéia, en sentido completo, es la significación de la frase".
En síntesis, la palabra significante, la expresión que tiene un contenido, es interpretación. En la escuela alejandrina, anteriormente referida, se encuentra en influencia considerable de la concepción aristotélica sobre la interpretación, pero la lucidez y espontaneidad reflexiva están ya en franco deterioro, comparativamente con la época de los grandes pensadores. En palabras de Xirau: ''... la edad alejandrina es una época de crisis... Los griegos se vuelven más receptivos que creadores y pierden aquella espontaneidad que los había definido desde los tiempos de Homero hasta la época de Aristóteles."
Aristarco de Samos (310-230 a-C-1 e Hiparco de Nicea (160-125 a-C- avocados ambos especialmente a la astronomía, como seguidores de la escuela estoica orientan la hermenéutica -como se ilustró anteriormente-, mediante la analogía de la que se desprendían los preceptos para uso del lenguaje; para el círculo de representaciones, para la concordancia interna y para la determinación del valor estético de un poema, en este caso. La hermenéutica analógica pretendía eliminar, a través de los preceptos expuestos, los elementos contradictorios que pudieran indicar, por su incompatibilidad en el marco global del poema, que no eran obra del autor mientras que la hermenéutica analógica propendía con su interpretación, a identificar lo que de manera racionalmente aceptable pudiera ser imputable a un poeta o filósofo determinado.
Esa conciencia metódica sobre el procedimiento adecuado de interpretación se fue reforzando en el sentido expuesto en la escuela alejandrina, a causa del antagonismo que surge con la perspectiva hermenéutica de la escuela filológica de Pérgamo.
Pérgamo, ciudad fundada en el Asia Menor durante el siglo III a-C-, tiende a imitar la finalidad comercial y cultural de Alejandría, y con ese interés se forma la escuela filológica. Crates de Malo (o Mallos, ciudad de Cilicia) (muerto en 145 a.C.) fue el representante de esta escuela, a diferencia de Ariostarco e Hiparco, cuyas interpretaciones son " analógicas ", la suya la hace de una forma "anómala", es decir, en vez de buscar las regularidades que excluyan lo contradictorio se buscan las excepciones que como tales son anomalías. Crates introdujo en la filología de Pérgamo la interpretación alegórica, su finalidad estriba en eliminar la contradicción entre los testimonios religiosos y una visión depurada del mundo, es decir, integrar como excepciones o particularidades los testimonios religiosos y la realidad social. La interpretación alegórica se convierte en la base para interpretar los libros religiosos.

2.4.2 La hermenéutica en la Teología
La hermenéutica teológica se origina como una forma de interpretar la biblia como texto, cuya finalidad era penetrar bajo la superficie del texto literal a fin de develar lo más profundo de su significado. La obra que ha sido considerada como la más relevante de la hermenéutica teológica es la "Clavis" de Flacius (1567), en ella, intenta demostrar desde una perspectiva hermenéutica, la posibilidad de establecer una interpretación de validez universal. Mediante ese intento, se fue concientizando, sobre los medios y reglas para su constitución, lo cual hasta ese momento no lo había propuesto ninguna hermenéutica. ¿Cuáles son esos medios y reglas? Dilthey las describe, cuando dice: ''Si el intérprete tropieza en su texto con dificultades, dispone para solventarlas de un recurso de tipo sublime; la conexión que se dá en la religiosidad cristiana viva. Si traducimos esto de la mentalidad dogmática a la nuestra, este valor hermenéutico de la experiencia religiosa no es más que un caso del principio, según el cual todo proceso interpretativo implica, como un factor del mismo, la interpretación a base de la conexión real."
Flacius es el primero en captar la conexión entre la interpretación gramatical y la significación del principio psicológico o técnico de la interpretación. Según ese principio, habrá que interpretar los diversos pasajes gramaticales, según la intención y composición de toda la obra. Este autor también es el primero en utilizar metódicamente para esta interpretación técnica, las enseñanzas heredadas de la retórica sobre la conexión interna de una producción literaria, de su composición y de sus efectos.
Flacius se sabia el primero en emplear metódicamente la determinación unívoca de los pasajes del recurso que está en el contexto, en el propósito, en la proporción, y en la congruencia de las diversas partes o miembros.
El valor hermenéutico de Flacius se coloca bajo un punto de vista general de la metodología: ''Pues, de una manera general, las diversas partes de un todo se hacen inteligibles por su relación con este todo y sus demás partes.'' Piensa que toda obra se ha elaborado según reglas y por tanto, debe ser comprendida mediante reglas.
La hermenéutica teológica no puede considerarse como única, ya que en la interpretación bíblica hay diversas concepciones.
Gadwner dice que en la hermenéutica teológica se da una precomprensión que dificulta saber cuál es la interpretación correcta, y sobre ello, dice: ''...en toda comprensión se presupone una relación vital del intérprete con el texto, así como su relación anterior con el tema. A este presupuesto hermenéutico le da el nombre de precomprensión, porque evidentemente no es producto del procedimiento comprensivo sino que es anterior a él."
Para entender la precomprensión se debe identificar el punto de partida común de los teólogos; acerca de esto Gadamer afirma: ''En relación con el antiguo testamento, éste es un viejo problema hermenéutico. ¿Cuál es su interpretación correcta: la cristiana que parte del nuevo testamento o la judaica? ¿O ambas son interpretaciones justificadas en el sentido de que hay algo común a ambas y es esto lo que en realidad comprende la interpretación? El judío que comprende el texto bíblico veterotestamentario de manera distinta que el cristiano comparte con éste el presupuesto de que también a él le mueve el problema de Dios." La precomprensión en la hermenéutica teológica, parte del principio de que los textos religiosos deben ser entendidos solamente como textos dedicados al problema de Dios, como base de la existencia humana.
En la hermenéutica teológica no hay para qué identificar el contenido del texto, éste ha sido resuelto desde la selección misma, el contenido se resume en la precomprensión de que en un texto religioso se encuentra la presencia o palabra de Dios en la existencia humana. El problema surge en el momento de la interpretación del texto propiamente dicha.
En tomo a la diferencia entre la precomprensión y la interpretación, Gadamer afirma: "tengo la impresión de que el sentido hermenéutico de la precomprensión teológica es a su vez teológico, y la misma historia de la hermenéutica ofrece pruebas sobradas de hasta qué punto el acercamiento aun texto está determinado desde una precomprensión enormemente concreta. La hermenéutica moderna como disciplina protestante defiende polémicamente el arte de la interpretación de la escritura frente a la tradición dogmática de la iglesia católica y su doctrina de la Werkgerechtigkeit. Tiene pues un sentido claramente dogmático y confesional a su vez. Esto no quiere decir que una hermenéutica teológica de este tipo parta de prejuicios dogmáticos que sólo le permitan leer en el texto lo que ella misma ha puesto por delante. Lo cierto es que ella misma se pone realmente en juego. Pero lo que presupone es que la palabra de la escritura es verdad, y que sólo la comprende aquel a quien afecta su verdad, en la fe o en la duda. En este sentido la aplicación es lo primero."
Para sintetizar esta idea diremos que la hermenéutica teológica parte de la precompresión de que los escritos bíblicos tienen en si mismos una verdad indiscutible, y solamente llegan a comprenderla aquellos a quienes afecta esa verdad, ya que su comprensión no es dogmática sino razonada, por ello en el proceso de interpretación pretenden extraer el sentido de lo expuesto en la escritura, y lo aplican en la comprensión. En la hermenéutica teológica, como en la jurídica, ni el teólogo ni el jurista ven en la tarea de la aplicación del sentido, una libertad frente al texto. La precomprensión los limita.

2.4.3 La hermenéutica jurídica y la historia
La hermenéutica jurídica, por su lado, no intenta, propiamente, comprender textos dados pues se constituye como "un simple medio de la praxis jurídica encaminado a subsanar ciertas deficiencias y casos excepcionales en el sistema de la dogmática jurídica... La hermenéutica jurídica se había escindido del conjunto de una teoría de la comprensión porque tenía un objetivo dogmático...''.
¿Por qué la hermanéutica jurídica se concibe como dogmática? Gadwner aprovecha la explicación al comparar la hermenéutica jurídica con la histórica, cuando afirma: "es razonable que nos interesemos ahora en particular por la divergencia entre hermenéutica jurídica y hermenéutica histórica, estudiando los casos en que una y otra se ocupan del mismo objeto, esto es, los casos en que un texto jurídico debe ser interpretado jurídicamente y comprendido históricamente. Se trata de investigar el comportamiento del historiador jurídico y del jurista respecto a un mismo texto vigente.. -Nuestra pregunta es si existe una diferencia unívoca entre el interés dogmático y el interés histórico.'' A este planteamiento el autor responde:" Que existe una diferencia es evidente. El jurista toma el sentido de la ley a partir de y en virtud de un determinado caso dado. El historiador, en cambio, no tiene ningún caso del que partir, sino que intenta determinar el sentido de la ley representándose constructivamente la totalidad del ámbito de aplicación de ésta; pues sólo en el conjunto de sus aplicaciones se hace concreto el sentido de una ley."
Que el jurista interpreta la ley a raíz de la experiencia dejada por la decisión de emitir un juicio en un momento dado, provoca que en este sentido, la hermenéutica jurídica se vuelva dogmática frente a la hermenéutica histórica. Pero esto no debe mantenerse en un sentido rígido, un jurista debe ser consecuente en su actividad hermenéutica y ubicarse al nivel del historiador.
Gadwner afirma sobre el particular: " Naturalmente habría que preguntarse si el caso que hemos analizado como modelo caracteriza realmente la problemática general de la comprensión histórica. El modelo del que partimos era la comprensión de una ley aún en vigor. El historiador y el dogmático se confrontaban, pues, con un mismo objeto. Pero ¿no es éste un caso demasiado especial? El historiador del derecho que se enfrenta con culturas jurídicas pasadas, del mismo modo que cualquier otro historiador que intenta conocer el pasado y cuya continuidad con el presente no es inmediata, no se reconocerá seguramente así mismo en el caso de la pervivencia de una ley. Dirá que la hermenéutica jurídica posee una tarea dogmática especial que es completamente ajena al nexo de la hermenéutica histórica."
"En realidad creo que es exactamente lo contrario. La hermenéutica jurídica, cuando el juez intenta adecuar la ley transmitida a las necesidades del presente tiene claramente la intención de resolver una tarea práctica. Lo que en modo alguno quiere decir que su interpretación de la ley sea una traducción arbitraria. También en su caso comprender e interpretar significa conocer y reconocer un sentido vigente. El juez intentará responder a la "idea jurídica'' de la ley mediándola con el presente. Es evidente una mediación jurídica. Lo que intenta reconocer es el significado jurídico de la ley, no el significado histórico de su promulgación o unos casos cualesquiera de su aplicación. No se comporta, pues, como historiador, pero sí se ocupa de su propia historia, que es su propio presente. En consecuencia puede en todo momento asumir la posición del historiador frente a las cuestiones que implícitamente le han ocupado ya como juez."
Así entendida, la actividad hermenéutica del jurista se vuelve hermenéutica histórica, y esto se puede manifestar de la misma manera en el sentido inverso: "El historiador que pretende comprender la ley desde su situación histórica original no puede ignorar su pervivencia jurídica: ella es la que le proporciona los problemas que a su vez él debe plantearse respecto a la tradición histórica. ¿Y no vale esto en realidad para cualquier texto que tenga que ser comprendido precisamente en lo que dice? ¿No implica esto que siempre es necesaria una traducción? ¿Y no es esta traducción siempre y en cualquier caso una mediación con el presente? En la medida en que el verdadero objeto de la comprensión histórica no son eventos sino sus ''significados'', esta comprensión no se describe correctamente cuando se habla de un objeto en sí y de un acercamiento del sujeto a él. En toda comprensión histórica está implicado que la tradición que nos llega habla siempre al presente y tiene que ser comprendida en esta mediación. El caso de la hermenéutica jurídica no es por lo tanto un caso especial, sino que está capacitado para devolver a la hermenéutica histórica todo el alcance de sus problemas y reproducir así la vieja unidad del problema hermenéutico en la que vienen a encontrarse el jurista, el teólogo y el filólogo."
Esta cita nos indica que la importancia de la hermenéutica reside principalmente, en la unión del pasado con el presente y viceversa, las áreas de conocimiento que parten de principios dogmáticos se superan en su vinculación con otras áreas que describen la realidad, interpretándola para lograr la comprensión. Al finalizar la referencia anterior, además de al jurista y al teólogo, se incluye al filólogo, estudioso de las obras literarias y de las lenguas, entre los humanistas que se encuentran en la unidad del problema hermenéutica. Con la finalidad de establecer simplemente la enunciación de la función de la hermenéutica lingüística, haremos una breve exposición de la misma.

2.4.4 La hermenéutica lingüística
Para Castilla del Pino, "La hermenéutica del lenguaje pretende ser -es decir, simplemente intenta- una antropología del lenguaje. Y surgió así, como parte de una antropología dialéctica... Hoy estoy convencido de que el análisis hermenéutico del lenguaje habrá de constituir una de las bases de la psicología y la psicopatología futuras..."
La hermenéutica del lenguaje busca entender el sentido de las expresiones lingüísticas de acuerdo al contexto histórico y las formas de comportamiento de los individuos en sociedades. Con esas características, se pretende rebasar el alcance de la filosofía del lenguaje a la cual critica de la siguiente manera: ''...para elevarnos desde la irracionalidad prejuiciosa a la progresiva racionalidad. Mientras el cometido de la llamada filosofía analítica -filosofía del lenguaje no parafraseando a uno de los más destacados cultivadores de la misma, "deja todo tal como está'', el análisis hermenéutico pretende, como un alcance que estoy lejos de predecir, contribuir a que las cosas sean de otra manera."
Pero el ponderar las bondades del análisis hermenéutico no significa que éste pueda sobreponerse a cualquier otro método, sino entenderlo en su sentido particular y en su aplicación específica. En palabras de Castilla: ''Desde mi punto de vista, el análisis hermenéutico es un método más. Cualquier intento de convertirlo en método, incluso preferente, sería contrario a los postulados más elementales. Para algunos contextos, tales como la lógica o la psicología o psicopatología en tanto que sistemas conceptuales, el análisis hermenéutico puede significar la puesta en cuestión de algunos de sus conceptos básicos, mediante la mostración del componente subjetivo en ellos dado subrepticiamente... La consideración de estos conceptos como propuestas, enunciadas bajo la forma de proposiciones, y el análisis subsiguiente de su categorización, puede enriquecer el aspecto crítico imprescindible en la fundamentación de un ámbito del saber que pretende constituirse sobre los cimientos del método científico."
Así entendida, la hermenéutica se convierte en una interpretación que además de partir de lo dado, busca lo no manifiesto, es decir, encontrar en el lenguaje tanto lo intencional como lo no intencionado de las expresiones. Aunque esa es la finalidad, el autor manifiesta sus reservas sobre los alcances de su trabajo diciendo: ''No puedo, en estos someros apuntes, pretender agotar el gran número de posibilidades metodológicas que entraña el análisis hemenéutica de la obra literaria. Cualquier análisis de esta índole ha de contar con la infinita posibilidad del habla, capaz de informar y expresar movimientos de la mayor sutileza. Para fraseando a Richards, la psicología de la situación del habla se ofrece como una esfera suficientemente compleja como para que pueda encerrarse en esquemas preestablecidos: piénsese, por ejemplo, en lo que significan la ironía, el sarcasmo, el doble sentido. En todos estos casos, la actitud es inversa de lo directamente denotado. Lo que en última instancia cuenta a la hora de la cualificación de una proposición es la conciencia de lo, que se propone el propio autor, y ello ha de obtenerse, como decíamos al. principio, no procediendo inmediatamente al análisis, sino atendiendo en un primer momento al contexto como estructura global. La intencionalidad, pues, que presidió el acto creador, dándole unidad, se detecta luego desde la aprehensión unitaria de lo creado."
La hermenéutica del lenguaje, como método, es posterior al. momento del acto expresivo, pues sólo entonces se le puede enmarcar dentro del contexto global y determinar si la proposición corresponde a la conciencia que se tiene de la misma.
El procedimiento, o metódica, como el autor le llama, sigue una serie de pases básicos que se describen de la manera siguiente: "La primera tarea a realizar en el análisis hermenéutico es la (relativamente arbitraria) argumentación del discurso en segmentos que se representen de algún modo como contexto. Si una segmentación no es significativa, debemos remitirnos primariamente a contextos más y más amplios, para luego retrotraernos a componentes más elementales cuantitativamente. El fundamento de esta fase estriba en el hecho de que se trata de una investigación empírica, que parte de lo real y que vuelve a lo real. Tenemos, pues, derecho a segmentar, dentro de lo real, siempre y cuando cumpla el requisito de ser una totalidad. significativa como conjunto dado. Es preciso, pues, establecer contextos seriados que cumplan, cada uno de por si, en forma satisfactoria el criterio de autosuficiencía. Con ello conseguimos, de golpe, como en una estructura percentual. de cualquiera otra índole, la inteligibilidad del contexto como unidad."
" La tarea inmediatamente ulterior radica en los siguientes momentos: a) fundamentación de la inteligibilidad obtenida; b) determinación de los componentes del contexto; c) determinación, asimismo, de la adecuación o inadecuación de los mismos en orden al propósito inferido del examen global del contexto; d) sustitución, en su caso, de la inteligibilidad, lograda inicialmente, por la que se deriva ahora del análisis de sus componentes parciales.
A grosso modo, esas son las propuestas para realizar el análisis hermenéutico del lenguaje, lo cual. se complementa con la siguiente observación que hace Castilla: " ... para el cometido metodológico, lo mejor es utilizar contextos obtenidos experimentalmente, tales (como) los protocolos de test proyectivos o respuestas a determinadas preguntas. La ventaja de este método derivado del hecho de que si en todo caso el estímulo para el habla es parte del contexto del habla, al contar con un estímulo sabido, introducimos una constante para todos los contextos."
Por lo hasta aquí expuesto, la hermenéutica ha tenido una diversidad de ámbitos en los que se ha introducido, en cada uno de ellos con la peculiaridad de la disciplina estudiada, pero todos ellos unidos por un denominador común: la interpretación. La psicología no escapa a la intromisión de la hermenéutica, el autor que en esta temática se ha convertido en un clásico es Paul Ricoeur, quien parte del supuesto de que el psicoanálisis además de ser una terapéutica de la neurosis, es también un método de investigación del inconsciente, y dentro de esta tónica se inserta la hermenéutica.

2.4.5 La hermenéutica psicoanalítica
Para enunciar la ubicación del método en la extensión del psiconanálisis, cítaremos lo expuesto en el "prólogo a las ediciones precedentes " de las obras completas de Freud: "Conviene hacer resaltar que el término 'psiconálisis' se aplica, en realidad, a tres cosas diferentes:
"1ª. A un método de investigación mediante el cual las regiones más íntimas y ocultas del espíritu pueden ser puestas en evidencia y estudiadas. Esto puede considerarse ... como la disección de la mente y el estudio de su anatomía.
"2a. Una teoría que se elabora con los resultados de ese análisis, llevado a cabo en muchos casos semej antes que se estudian comparativamente, para poner en evidencia rasgos y reacciones características en cada uno. De esta suerte se elabora una verdadera físiología de la mente y se señalan las normas de su funcionamiento. Es la teoría psicodinámica del desarrollo de la personalidad.
"3a. Una técnica de aplicación que tiene por finalidad adoptar el método analítico -conocida la estructura de la mente y su funcionamento- al tratamiento de los desequilibrios del espíritu. Esta acción terapéutica a través del inconsciente es la que verdaderamente ha de llevar el nombre de técnica analítica o de psicoanálisis.
Rescatando lo que aquí nos interesa, los aspectos del método, podemos ver que a éste se le ha dado un gran valor en el estudio de los fenómenos individuales y sociales. Erich Fronun, afirma sobre el particular que: "La grandeza del descubrimiento de Freud radica en que ha ideado un método para llegar a la verdad que trasciende aquella que el individuo cree que es tal; esto lo logró al descubrir los efectos de la represión y en correspondencia con ellos, las racionalizaciones.''
Asimismo, Fromm justifica que el método de Freud es un método científico, su razón es la siguiente: "Si entendemos por método científico aquel que se basa en la creencia en el poder de la razón cuando ésta de manera óptima se encuentra libre de prejuicios subjetivos, en la observación detallada de los hechos, en la formación de hipótesis, en la revisión de éstas cuando se descubren nuevos hechos, etc., Freud ciertamente fue un científico. Adaptó su método científico a la necesidad de estudiar lo irracional... ve su objeto en términos de un sistema o estructura... Su punto de vista es que no hay un solo elemento de una personalidad que se pueda comprender sin entender al todo, y que no hay un solo elemento que se pueda cambiar sin que ocurran cambios, por más mínimos que sean, en los demás elementos del sistema... Freud veía el individuo como un todo, y como más que la mera suma de sus partes."
Esta posición de Freud caracterizaba su método de una manera rigurosa, la cual se aplicaba en el estudio de sus diversos casos, en especial en sus interpretaciones sobre los sueños. Sobre el particular, Fromm dice que la "...interpretación del sueño del Hombre de los Lobos, uno de los ejemplos clásicos del arte de Freud en interpretarlos, constituye en realidad una muestra de su capacidad e inclinación de construir la realidad a partir de un centenar de pequeños incidentes, conjeturados o logrados mediante la interpretación, arrancados de su contexto y utilizados para llegar a ciertas conclusiones que encajen en la idea preconcebida de Freud. Hay muchas interpretaciones de sueños, hechas por Freud, que se basan en tan poca realidad..."
Sobre el método de Freud puede decirse de manera simplificada, que es la interpretación realizada a partir de una serie de elementos disociados que se van integrando paulatinamente, por medio del cuestionamiento y la atención a las respuestas para entrelazar las ideas e interpretarlas.
Pero el proceso de interpretación no es simple en si mismo: "Freud jamás simplifica; por el contrario, complicaba y más que complicaba las cosas, a tal punto que, en medio de la interpretación de Freud, uno casi siente que se halla en un laberinto. El método de pensamiento de Freud le hace descubrir a uno que un fenómeno significa aquello que parece dar a entender, pero que también puede expresar su negación."
La interpretación se convierte así en el método del psicoanálisis, el cual tiene una fuerte presencia en los procesos del conocimiento contemporáneo. El trabajo que sirve de base es el marginalmente citado " La interpretación de los sueños. " Sobre él se dice en la "introducción a este tomo primero'' de las "Obras completas'' de Freud: " Por primera vez se plantea el problema de que un fenómeno ha de ser 'interpretado', es decir 'decifrado', ya que se presenta en forma encubierta y escondida. El problema de los sueños tiene que ver por consiguiente,... la distinción entre explicar, entender y comprender. Y sobre todo con el "deuten'' o sea la interpretación... Explicar supone poner en claro la conexión causal entre dos fenómenos. Los habituales -hoy más que nunca- tesis neurofisiológicas del sueño, en realidad nos dicen que éste ocurre en relación con unos centros nerviosos, pero en cuanto a explicarlo, son tan insuficientes como puede serlo la afirmación de que un papel nos explica el contenido de las sagradas escrituras. Una relación de dependencia no es una relación causal.... Entender supone un conocimiento de la red de conexiones en que se produce un fenómeno. Es preciso situar lo conocido dentro de un esquema ordenador. Entender es, a la vez, conocimiento de las relaciones entre las cosas y también conocimiento de ésta dentro de las conexiones que le ligan a un orden superior. Lo primero que hay que hacer es, como Freud, reunir datos aislados. Después hay que referirlos a la totalidad de la psique dentro de la que se producen. Tanto más numerosos los hechos que se coleccionan, tanto más amplio se vuelve el círculo dentro del que han de insertarse.'' Con esta última actitud, la comprensión se cierra, y abre el circulo hermenéutico de la interpretación Freudiana. "El circulo hermenéutico constantemente ampliado, exige cada vez un mayor esfuerzo para darle sentido."
La interpretación de los sueños plantea la sugerencia de un método, cuya flexibilidad permita el uso de la razón reflexiva; de la reflexión interactuante y la autorreflexión. La finalidad última es encontrar el sentido del sueño, en este caso. Según Freud "interpretar un sueño" quiere decir indicar su "sentido", o sea, sustituirlo por algo que pueda incluirse en la concatenación de nuestros actos psíquicos como un factor de importancia y valor equivalentes a los demás que la integran...no es posible indicar norma alguna para llevar a cabo una tal interpretación simbólica. Esta depende tan solo del ingenio y de la inmediata intuición del interpretador; razón por la cual pudo elevarse la interpretación por medio de símbolos a la categoría de arte, para el que se precisaba una especial aptitud."
En esta expresión de Freud, lo interpretable es el sentido del símbolo, el cual puede manifestarse mediante el sueño, pero Ricoeur lleva esta interpretación simbólica más lejos; al psicoanálisis en general, donde los símbolos adquieren un doble sentido, en especial dentro de la esfera del lenguaje, o del discurso psicoanalítico.
Para entender el discurso psicoanalítico, se debe tener una posición epistemológica de la perspectiva del freudismo, la cual presenta de entrada una dificultad central, que es superable. Veamos lo que dice Ricoeur: ''Los escritos de Freud se presentan a la primera mirada como un discurso mixto, incluso ambiguo, que lo mismo enuncia conflictos de fuerza que serían de la competencia de una energética, como relaciones del sentido que corresponderían a la jurisdicción de una hermenéutica. Quisiera hacer ver que tal ambigüedad aparente está bien fundada, que ese discurso mixto constituye la razón de ser del psicoanálisis."
El objeto psicoanalítico, de acuerdo con esta apreciación, conjuga los conflictos de fuerza y las relaciones de sentido, el trabajo de Ricoeur consiste en ''... superar la distancia entre los dos géneros de discurso y llegar al punto en que se comprenda cómo la energética pasa por una hermenéutica y cómo la hermenéutica descubre una energética. Este punto es aquel en que la posición del deseo se revela en y por un proceso de simbolización.''
Esta afirmación requiere de un esclarecimiento conceptual, los conceptos nebulosos ahí expuestos son el de energética y el de hermenéutica. El concepto de energética lo toma Freud de Ilhelm Ostwald, un químico de la universidad de Leipzig, para quien los fenómenos psicológicos pueden concebirse como tales, al igual que todos los demás fenómenos. Las operaciones psicológicas se conciben como formando grupos definidos de fenómenos que se relacionan con las demás formas de energía por procesos determinados de transformaciones... nada impide concebir inmediatamente los fenómenos psíquicos como fenómenos de la energía nerviosa. En efecto, puesto que el único carácter que debe forzosamente poseer una energía es ser una magnitud mensurable que obedezca a la ley de la conservación y a la de la transformación y que, por lo demás, puede tener las formas más diversas, ningún principio se opone a que se admita la existencia de una especie de energía que tenga el carácter de energía que hemos atribuido a la energía nerviosa.''
Esas apreciaciones de Ostwald sobre la energía nerviosa llamaron la atención de Freud quien comentó respecto a aquél ''se muestra más ansioso por comprender el substrato mecánico de las transformaciones de energía, lo cual insta a tomar, transformándolo, el marco dualista que Ostwald describía como un residuo del enfoque mecanicista dentro de la representación energista."
La transformación del marco dual sirve a Freud para establecer la relación entre los dos elementos fundamentales de la conformación humana, la mente y el cuerpo, la psique y el soma. El aspecto relacionador entre psique y soma son las pulsiones, que pueden ser entendidas como los impulsos del cuerpo que tienden a satisfacer los deseos del mismo, de manera generalmente inconsciente (por ejemplo la sexualidad), y que son reprimidos. La energética es la pulsión no medida y que requiere ser interpretada, para identificar las formas de sojuzgamiento sobre las pulsiones, ya sea mediante la represión, la desviación, la sustitución, la transformación en lo contrario, etc., formas que impiden la realización de las pulsiones. De momento nos detendremos aquí, ya que la finalidad es exponer la concepción psicoanalítica como método hermenéutico y no el psicoanálisis como método.
Entonces, si la energética es el nivel de las pulsiones que no pueden medirse de una manera inmediata, se requiere hacer una interpretación de esa energética, pero para que ésta pueda funcionar son necesarias ciertas condiciones; Ricoeur lo expone así: "La interpretación no puede funcionar sin poner en juego conceptos de índole totalmente diferente, estrictamente energéticos; es imposible, en efecto, llevar a cabo el primer cometido de la interpretación -el de encontrar qué 'pensamiento', qué ‘idea', qué 'deseo' se satisfacen en forma disfrazada- sin examinar los 'mecanismos' que constituyen el trabajo del sueño, los que garantizan la "transposición" o 'distorsión'(Entstellung) del pensamiento del sueño en su contenido manifiesto."
Sobre la relación estrecha que tienen la energética y la hermenéutica, Ricoeur dice: ''La correlación entre hermenéutica y energética, ... -reaparece así, al nivel de la praxis, como una correlación entre el arte de interpretar y el trabajo con las resistencias: 'traducir' lo inconsciente en consciente y 'suprimir la coacción' proveniente de las resistencias es uno y lo mismo. Interpretar y trabajar coinciden. Más aún, se dan incluso casos en que el arte de interpretar debe sacrificarse claramente a la estrategia antirresistencias. " Hasta aquí el objetivo de la hermenéutica y su finalidad en el psicoanálisis; el objetivo primero de la hermenéutica está en la energética en la interpretación de la mecánica energética; mecánica de las pulsiones y sus represiones. Las resistencias a la interpretación serían objeto más propiamente del método psicoanalítico en general, incluida la técnica.
En síntesis podemos decir, de conformidad con Ricoeur, que ''. --el psicoanálisis es una hermenéutica: no por azar sino por destino intenta dar una interpretación de la cultura en su conjunto; ahora bien, las obras de arte, los ideales y las ilusiones son, a títulos diversos, modos de representación. Y si pasamos de la periferia al centro, de la torra de la cultura a la del sueño y la neurosis... aún entonces y siempre venimos a parar en la interpretación, en el acto de interpretar, en el trabajo de interpretación. Es en el trabajo de interpretación del sueño -insistiremos en ello- donde se ha fraguado el método freudiano. Gradualmente, todos los ''contenidos'' con los que trabaja el analista resultan representaciones, desde la fantasía hasta la obra de arte y las creencias religiosas. Ahora bien, el problema de la interpretación cubre exactamente el problema del sentido o de la representación. Así, pues, el psicoanálisis es de cabo a rabo interpretación.''
La hermenéutica ha recibido carta de aceptación en los diversos ámbitos del conocimiento, como se describió anteriormente, no obstante, la búsqueda de una hermenéutica general ha sido insistentemente planteado, de ello se ha hecho cargo la hermenéutica filosófica.

2.4.6 La hermenéutica filosófica como método general
La hermenéutica filosófica tiene una ya larga trayectoria. Según Ricoeur: "Es con Schleiermacher y Dilthey que el problema hermenéutico se convierte en problema filosófico."
Para Schleiermacher "la hermenéutica es el arte de evitar el malentendido.'' Partiendo de ese postulado, "Schleiermacher hace una distinción exitosa entre la praxis relajada de la hermenéutica, según la cual la comprensión se produce por sí misma, y esa praxis más estricta, que parte de la idea de que lo que se produce por sí mismo es el malentendido...la tarea que él se plantea es precisamente la de aislar el procedimiento del comprender. Se trata de autonomizarlo como una metodología especial."
La hermenéutica de Schleiermacher tiene como fin primordial el comprender, sobre esa base se afirma: "El método del comprender tendrá presente tanto lo común -por comparación- como lo peculiar -por adivinación-, esto es, habrá de ser tanto comparativo como adivinatorio. En uno y otro sentido seguirá siendo sin embargo 'arte', porque no puede mecanizarse como aplicación de reglas... En principio comprender es siempre moverse en este círculo, y por eso es siempre moverse en este círculo, y por eso es esencial el constante retorno del todo a las partes y viceversa. A esto se añade que este círculo se está siempre ampliando, ya que el concepto del todo es relativo, y la integración de cada cosa en nexos cada vez mayores afecta también a su comprensión. Schleiermacher aplica a la hermenéutica ese procedimiento suyo tan habitual de una descripción dialéctica polar, y con ello da cuenta del carácter interno de provisionalidad e inconclusión de la comprensión, ya que lo desarrolla a partir del viejo principio hermenéutico del todo y las partes...la hermenéutica es justamente arte y no un procedimiento mecánico. Lleva a cabo su obra, la comprensión, tal como se lleva a cabo una obra de arte hasta su perfección."
Este planteamiento metodológico de Schleiermacher es el fundamento para enfrentarse con los textos y en especial, para ''comprender un texto compuesto en una lengua extraña y procedente de una época pasada. " Para ese autor, el problema del conocimiento de la información impresa en los textos, no es el dato que se transmute, ni el dato de la historia, sino el cómo se transmute ese dato. El arte de la comprensión del texto, es equipararse con el autor del texto.
¿Cómo se puede hacer esa equiparación? sobre este punto se piensa que ''aún dentro de la propia lengua lo cierto es que el lector tiene que empezar por hacer suyo el acervo lingüístico del autor a partir de sus obras, y aún más las peculiaridades de su intención..., se trata de comprender a un autor mejor de lo que él mismo se habría comprendido; una fórmula que desde entonces se ha repetido incesantemente y cuyas interpretaciones cualifican todo lo que ha ido siendo la historia de la hermenéutica moderna...Es pues un postulado que expresa, muy en consonancia con el espíritu del racionalismo, el requisito de negar a una comprensión que responda a la verdadera intención del autor -y que éste tendría que haber compartido si hubiera pensado con suficiente claridad y nitidez- sólo por el pensamiento, desarrollando las consecuencias implicadas en los conceptos de aquél."
Como un ejemplo para la realización del método hermenéutico de Schleiermacher, Dilthey nos dice: "La totalidad de una obra tiene que ser comprendida partiendo de las palabras y de su combinación y, sin embargo, la comprensión plena del detalle presupone ya la comprensión del conjunto. Este circulo vicioso se repite en la relación de cada obra singular con la índole y el desarrollo de su autor, y se vuelve a presentar también en la relación de la obra singular con el género literario a que pertenece, Estas dificultades las ha resuelto Schleiermacher prácticamente, de la manera más elegante en la introducción a la República de Platón y en los apuntes de sus lecciones exegéticas encuentro otros ejemplos del mismo método. Comenzaba con una sinopsis de la articulación que se podía comparar a una lectura ligera, abarcaba la conexión entera tanteando, aclaraba las dificultades, y mantenía reflexivamente todos aquellos pasajes que suministraban un atisbo de la composición. Entonces empezaba propiamente la interpretación. Teóricamente tropezamos aquí con los límites de toda interpretación que cumple con su tarea sólo hasta un cierto grado, de suerte que todo comprender es siempre relativo y jamas se puede agotar."
Gadamer cuestiona el fundamento filosófico de la hermenéutica de Schleirmacher, cuando dice: ''el interés que motivaba en Schleiermacher, esta abstracción metodológica no era el del historiador sino el del teólogo. Intentaba enseñar cómo debe entenderse el hablar y la tradición escrita porque su interés estaba en una tradición, la de la biblia, que es la que interesa a la doctrina de la fe. Por eso su teoría hermenéutica estaba todavía muy lejos de una historiografía que pudiese servir de organón metodológico a las ciencias del espíritu."
El otro de los precursores de la hermenéutica filosófica, Wilhelm Dilthey ''toma conscientemente la hermenéutica romántica y la amplia hasta hacer de ella una metodología histórica una teoría del conocimiento de las ciencias del espíritu. El análisis lógico diltheyano del concepto del nexo de la historia representa objetivamente la aplicación del postulado hermenéutico de que los detalles de un texto sólo pueden entenderse desde el conjunto, y éste sólo desde aquéllos, pero proyectándolo ahora sobre el mundo de la historia.. -En consecuencia el fundamento de la historiografía, es la hermenéutica."
Dilthey, biógrafo de Schleiermacher, retoma la hermenéutica como una forma de comprensión concepto cuya amplitud contiene a la interpretación. La interpretación, para el entendimiento de Dilthey está limitada ya que se atiende sólo a la escritura fijada en los documentos. Esa escritura es la provincia de una vida psíquica extraña, que es interpretada por otra vida psíquica. El problema hermenéutico de la comprensión se encuentra colocado en el ámbito más general de la psicología y promueve que un ser finito se transporte a otra vida.
En palabras de Dilthey: "La comprensión cae bajo el concepto general del conocer, entendiéndose por conocer, en el sentido más amplio, aquel proceso en el cual se busca un saber de validez universal."
''( Proposición 1). Llamamos comprender al proceso en el cual se llega a conocer la vida psíquica partiendo de sus manifestaciones sensiblemente dadas."
"(Proposición 2). Por muy diversas que puedan ser las manifestaciones sensiblemente captables de la vida psíquica, su comprensión debe poseer las características comunes impuestas por las condiciones, ya indicadas, de este modo de conocer."
''(Proposición 3). Denominamos interpretación la comprensión técnica de manifestaciones de vida fijadas por escrito."
"La interpretación es obra de arte personar; y su aplicación más perfecta depende de la genialidad del intérprete; y ciertamente, descansa en la afinidad, potenciada por la familiaridad con el autor, por el estudio constante... Esta interpretación, por su dificultad y su importancia, ha sido objeto de un trabajo enorme por parte del género humano...por lo mismo que esta genialidad es tan rara y la interpretación tiene que ser practicada y aprendida por gentes dotadas, es necesario:
''(Proposición 4) que el arte de los intérpretes geniales se fije en las reglas contenidas en sus métodos o en las que ellos mismos elevaron a conciencia. Porque todo arte humano se afina, mejora y supera en su aplicación si se consigue transmitir en alguna forma el resultado de la vida del artista... Denominamos hermenéutica a esta técnica para la comprensión de manifestaciones de vida fijadas por escrito (proposición 4b.)."
''De este modo se puede determinar la esencia de la hermenéutica y legitimar su trabajo en una cierta amplitud. Si en la actualidad no parece despertar todo el interés que desearían los representantes de esta disciplina creo que ello se debe a que no ha acogido problemas que procedan de la situación científica actual y que serian apropiados para prestarle un alto grado de interés. Esta disciplina hermenéutica ha conocido una suerte muy particular. Siempre pudo llamar la atención dentro de un gran movimiento histórico que convierte en tarea urgente de esa disciplina la comprensión de la tarea histórica singular, pero luego se pierde de nuevo en la oscuridad. Así ocurrió la primera vez cuando la interpretación de la Sagrada Escritura fue cuestión de vida o muerte para el protestantismo."
"(Proposición 5). Comprender, entendido en el sentido amplio en que hay que presentarlo ahora, constituye el método fundamental para todas las operaciones de las ciencias del espíritu. "
Si el comprender resulta fundamentador para las ciencias del espíritu tenemos (proposición 6) que el análisis epistemológico, lógico y metódico del comprender representa una de las tareas principales para la fundamentación de las ciencias del espíritu. Pero la significación de esta tarea resalta sobre todo cuando tomamos conciencia de las dificultades que supone la índole del comprender por lo que se refiere al desarrollo de una ciencia de validez universal.''
En estas seis proposiciones, Dilthey hace un bosquejo de lo que a su juicio debe ser la hermenéutica, la cual no es un todo acabado sino una metodología en constracción incesante que incorpore lo que el autor denomina como ''método de la genialidad creadora''. Con ello las diversas perspectivas de la hermenéutica pueden confluir en "una preceptiva de validez universal partiendo de bases epistemológicas''.
Estos principios filosóficos de la hermenéutica tienen, con sus particularidades, algunas vertientes que buscan en la hermenéutica la base metodológica del conocimiento. Heidegger es una de estas vertientes. En su propuesta no podemos entender, de manera explícita, la proposición de una "teoría de las ciencias del espíritu", en el sentido que le da Dilthey o una "metodología de las ciencias sociales'' en el sentido generalmente aceptado. La propuesta de Heidegger es una fenomenología hermenéutica cuya finalidad es la renovación general del problema del ser.
Una manera de fundar la hermenéutica en la fenomenología es, según Ricoeur, mediante el establecimiento de una ontología de la comprensión, que no es otra cosa que una ontología del ser finito, en el sentido sugerido por Heidegger, que lleva a la comprensión a través de un modo de ser. Así entendida la comprensión tiene como finalidad la discusión tradicional entre el sujeto y el objeto, en palabras de Ricoeur: ''Es preciso, entonces, salir deliberadamente del circulo encantado de la problemática del sujeto y del objeto, e interrogarse sobre el ser. Sin embargo, para interrogarse sobre el ser en general, es preciso ante todo interrogarse sobre este ser que es el 'olla' de todo ser, sobre el Dasein, es decir, sobre este ser que existe en el modo de comprender el ser. Comprender no es más, entonces, un modo de conocimiento, sino un modo de ser, el modo de este ser que existe al comprender."
El planteamiento de Heidegger, expuesto en " ser y tiempo'', pretende esbozar que la tarea del comprender se basa en el carácter óntico (de ser ahí) original de la vida humana en sí misma. Según Gadarner; "Heidegger intenta cumplir la tarea de ilustrar esta estructura del estar ahí mediante una ''analítica trascendental del estar ahí.'' Descubre así el carácter de proyecto que reviste toda comprensión y piensa ésta misma como el movimiento de la trascendencia, del ascenso por encima de lo que es.''
La analítica trascendental, en su análisis hace una interpretación; así el análisis es interpretación. Sobre sus características se afirma: ''En la interpretación trascendental de la comprensión por Heidegger el problema de la hermenéutica gana un rasgo universal, más aún, gana toda una dimensión nueva. La pertenencia del intérprete a su objeto. --obtiene un sentido concreto y perceptible, y es tarea de la hermenéutica mostrar ese sentido."
¿Cómo se puede mostrar el Sentido? Para mostrarlo, primero debemos entender su significado de conformidad con la idea de Heidegger. Sobre ello el autoafirma: ''Sentido es aquello en que se apoya el 'estado de comprensible' de algo. Lo articulable en el abrir comprensor es lo que llamamos sentido. El concepto de sentido abarca la armazón formal de aquello que es necesariamente inherente a lo que articula la interpretación comprensora. Sentido es el 'sobre el fondo de qué', estructurado por el ‘tener', el 'ver' y el 'concebir' 'previos', de la proyección por la que algo resulta comprensible como algo. Puesto que el comprender y la interpretación constituyen la estructura existenciaria del ser del 'ahí', tiene que concebirse el sentido como la armazón existenciario-formal del 'estado de abierto' inherente al comprender."
Expuesto lo que es el sentido, podemos considerar como fórmula para identificar esa armazón, el círculo hermenéutico en el sentido heideggeriano, el círculo del comprender. Esta fórmula la describe de la manera siguiente: "El 'círculo' del comprender es inherente a la estructura del sentido, fenómeno que tiene sus raíces en la estructura existenciaria del 'ser ahí', en el comprender interpretativo.''
Gadamer expone de una forma sintética la función del círculo hermenéutico: ''La reflexión hermenéutica de Heidegger culmina menos en demostrar que aquí está contenido un círculo que en hacer ver que este circulo tiene un sentido ontológico positivo. La descripción como tal será evidente para cualquier intérprete que sepa lo que hace. Toda interpretación correcta tiene que protegerse contra la arbitrariedad de las ocurrencias y contra la limitación de los hábitos imperceptibles del pensar, y orientar su mirada 'a la cosa misma'... Este dejarse determinar así por la cosa misma no es evidentemente para el intérprete una 'buena' decisión inicial, sino verdaderamente ‘la tarea primera, constante y última'. Pues lo que importa es mantener la mirada atenta a la cosa, aún a través de todas las desviaciones a que se ve constantemente sometido el intérprete en virtud de sus propias ocurrencias. El que quiere comprender un texto realiza siempre un proyectar, tan pronto como topa con un primer sentido, el intérprete proyecta un sentido del todo. Naturalmente que el sentido se manifiesta porque se lee el texto desde ciertas expectativas, relacionadas a su vez con un sentido determinado. La comprensión de lo que pone en el texto consiste precisamente en la elaboración de este proyecto previo que, por supuesto, tiene que ser revisado constantemente con base en lo que resulte, conforme se va avanzando en la penetración del sentido.
Esta descripción es, desde luego, una abreviación simplista pues toda revisión del primer proyecto estriba en la posibilidad de anticipar un nuevo proyecto de sentido; es muy posible que diversos proyectos de elaboración rivalicen unos con otros hasta que pueda establecerse unívocamente la unidad del sentido; la interpretación empieza siempre con conceptos previos que tendrán que ser sustituidos progresivamente por otros más adecuados. Y es todo este constante reproyectar, en el cual consiste el movimiento de sentido del comprender e interpretar, lo que constituye el proceso que describe Heidegger: "El que intenta comprender, está expuesto a los errores de opiniones previas que no se comprueban en las cosas mismas. Elaborar los proyectos correctos y adecuados a las cosas que, como proyectos, son anticipaciones que deben confirmarse 'en las cosas', tal es la tarea constante de la comprensión. Aquí no hay otra objetividad que la convalidación que obtienen las opiniones previas a lo largo de su elaboración... La comprensión sólo alcanza sus verdaderas posibilidades cuando las opiniones previas con las que inicia no son arbitrarias. Por eso es importante que el intérprete no se dirija hacia los textos directamente, desde las opiniones previas que le subyacen, sino que examine tales opiniones en cuanto a su legitimación, esto es, en cuanto a su origen y validez."
En esta larga, pero ilustrativa cita, se puede resumir la propuesta heideggeriana de la interpretación fenomenológica, en ella, por principio, quedan descartados los apriori, y el objeto se aborda tal y como se presenta, tal y como está. Pero ese proceso está articulado por el circulo Hermenéutico. ¿Qué entiende por este círculo?, Heidegger ''describe este círculo en forma tal que la comprensión del texto se encuentre determinada continuadamente por el movimiento anticipatorio de la precomprensión. El circulo del todo y las partes no se anula en la comprensión total, sino que alcanza en ella su realización más auténtica''.
''El círculo no es, pues, de naturaleza formal; no es subjetivo ni objetivo, sino que describe la comprensión como la interpretación del movimiento de la tradición y del movimiento del intérprete. La anticipación de sentido que guía nuestra comprensión de un texto no es un acto de la subjetividad sino que se determina desde la comunidad que nos une con la tradición. Pero en nuestra relación con la tradición, esta comunidad está sometida a un proceso de continua formación.
No es simplemente un presupuesto bajo el que nos encontrarnos siempre, sino que nosotros mismos la instauramos en cuanto que comprendemos, participarnos del acontecer de la tradición y continuarnos determinándolo así desde nosotros mismos. El círculo de la comprensión no es en este sentido un círculo 'metodológico' sino que describe un momento estructural ontológico de la comprensión.''
La ontología de Heidegger establece las bases de la denominada hermenéutica del "yo soy ", ésta como hermenéutica filosófica, parte del supuesto de que:
''Primero está el ser en el mundo, luego hay que comprenderlo, después interpretarlo y por último decirlo."
Entre las proposiciones hermenéuticas filosóficas contemporáneas, destacan las de Paul Ricoeur y la de Hans-Georg Gadarner, quienes propugnan también por una hermenéutica única, totalizadora.
Ricoeur en su propuesta afirma: "Pedimos a la filosofía dos cosas a la vez; arbitrar la guerra de las hermenéuticas e integrar todo el proceso de la interpretación en la reflexión filosófica. Es decir, estas dos cosas: sustituir una antítesis, que dejaba a las partes adversarias como extrínsecas entre si, por una dialéctica en que cada una de ellas nos remita a la otra; simultáneamente y por medio de esta dialéctica, llevarnos de la reflexión abstracta a la reflexión concreta."
Durante la exposición de su concepción sobre la filosofía reflexiva, Ricoeur hace una revisión de Freud, en especial de su método psicoanalítico, y las aproximaciones que tiene con la filosofía de Husserl y de Hegel, con la fenomenología y la dialéctica.
Sobre esta base, el autor llega a la consideración de que la solución a la guerra de las hermenéuticas, de las divergencias en las interpretaciones sobre el entendimiento de los acontecimientos sociales, se reúne en el sujeto, pero no en el sujeto abstracto, sino en el sujeto concreto que tiene historia y porvenir, arqueología y teología.
Acerca de esto, el autor afirma: ''Sólo un sujeto que tiene telos tiene también una arché. Si comprendiera esta articulación entre arqueología y teología, comprenderá muchas otras cosas. Y ante todo comprendería que mi idea de la reflexión seguirá siendo abstracta mientras no integre en ella esta nueva dialéctica... Comprendiendo esa conexión, en la entraña de una filosofía del sujeto, entre su arqueología y su teología, es decir, entre dos desasimientos de la conciencia, se comprende también que la guerra de las dos hermenéuticas -máximo problema de nuestra problemática-, está a punto de encontrar una salida. Visto desde afuera, el psicoanálisis nos pareció una hermenéutica reductiva, desmistificante, y en este aspecto se oponía a una hermenéutica que calificamos como restauradora, a una recolección de lo sagrado. No habíamos percibido, ni lo percibimos todavía, el ligamen entre los dos modos contrarios de interpretación... ...La dialéctica de la arqueología y la teología representa el auténtico terreno filosófico sobre el que podemos comprender la complementariedad de dos hermenéuticas irreductibles y opuestas... ...Esta solución al problema hermenéutico inicial constituye, pues, el horizonte de nuestra empresa. Sin embargo, no podremos llenar de sentido a tales fórmulas hasta que la presente dialéctica no la hayamos comprendido y llevado a la entraña misma de la semántica del deseo."
Para Ricoeur, la interpretación del comportamiento humano remitiéndose a la historia, no se contrapone con la de las finalidades que persigue el ser humano, ambas se complementan, aunque dialécticamente se unen y se niegan, se integran y se transforman. El entendimiento de esto, la comprensión, se consolida solamente mediante la interpretación de la dialéctica entre arqueología y teología. No hay dos hermenéuticas, una de la historia y otra de la aspiración, del deseo, solamente es necesaria una hermenéutica filosófica, una hermenéutica reflexiva sobre lo concreto, que una las concepciones antagónicas dialécticamente.
Con la finalidad de ilustrar los dos momentos de arché y telos en un solo proceso. Ricoeur dice: " El hombre es el único ser que es presa de su infancia; un ser siempre en retroceso hacia su infancia; incluso atenuando el carácter demasiado histórico de tal interpretación pretérita, resulta que seguimos emplazados frente 'a una anterioridad simbólica; de esta forma, si interpretamos el inconsciente como el orden de los significantes-claves respecto a cualesquiera sucesos temporalmente interpretados nos remite a un sentido más simbólico de la anterioridad, pero sigue ofreciendo al orden inverso del espíritu el contrapolo que estamos buscando. Digamos, pues, en términos muy generales: el espíritu es el orden de lo terminal; el inconsciente es el orden de lo primordial. Para explicar esta antítesis en la forma más escueta posible, yo diría: el espíritu es historia, mientras que el inconsciente es destino; destino hacia atrás de lo infantil, destino tras de unos símbolos que ya están allá y se reiteran independientemente..."
En síntesis, según Ricoeur, durante la infancia se van adquiriendo símbolos que se asientan en el inconsciente, para manifestarse en cada momento de la historia del individuo. Esta dialéctica entre espíritu e inconsciente es el objeto de la filosofía reflexiva, que actúa como una hermenéutica filosófica. La solución entre la confrontación de las hermenéuticas, como principio, está en la dialéctica entre arqueología y teología.
Por lo tanto, la dialéctica se coloca en el centro de la hermenéutica para comprender el símbolo. En palabras del autor "Es preciso dialectizar el símbolo a fin de pensar conforme al símbolo, y sólo así resulta posible inscribir la dialéctica dentro de la propia interpretación y regresar a la palabra viva. Esta última fase de la reapropiación es la que constituye el paso a la reflexión concreta. Volviéndose a la escucha del lenguaje, lenguaje, es como la reflexión pasa a la plenitud del habla simplemente oída."
"No quisiera que nos engañásemos en lo tocante al sentido de este último episodio: el retorno a lo inmediato no es un retorno al silencio, sino al habla, al lenguaje en su plenitud. No digo al habla inicial, inmediata, al enigma espeso, sino a una palabra aclarada mediante todo el proceso del sentido. Por eso la reflexión concreta no conlleva concesión alguna a lo irracional, a la efusividad. La reflexión vuelve a la palabra pero sigue siendo reflexión, es decir, intelección del sentido; la reflexión se convierte en hermenéutica y no hay otra forma de poder llegar a ser concreta sin dejar de ser reflexión."
El otro autor referido, Hans-George Gadamer, en su documentado estudio sobre la hermenéutica específicamente en el prólogo a la segunda edición del texto, menciona que utiliza el concepto de hermenéutica de la misma forma en que Heidegger expone su concepto de comprensión, es decir, la comprensión es el modo de ser del propio estar ahí. En palabras del autor: "En este sentido es como hemos empleado aquí el concepto de 'hermenéutica'. Designa el carácter fundamentalmente móvil del estar ahí, que constituye su finitud y su especificidad y que por lo tanto abarca el conjunto de su experiencia del mundo. El que el movimiento de la comprensión sea abarcante y universal... está en la naturaleza misma de la cosa."
No obstante que coincide en su concepto de comprensión con Heidegger, hace una precisión para diferenciar su propuesta, cuando dice: "mi libro se asienta metodológicamente sobre una base fenomenológica. Puede resultar paradójico el que por otra parte subyazga al desarrollo del problema hermenéutico universal que planteó precisamente la critica de Heidegger al enfoque transcendental y su idea de la ''conversión''. Sin embargo creo que el principio del desvelamiento fenomenológico se puede aplicar también a este giro de Heidegger, que es el que en realidad libera la posibilidad del problema hermenéutico. Por eso ha retenido el concepto de ''hermenéutica'' que empleó Heidegger al principio, aunque no en el sentido de una metodología, sino en el de una teoría de la experiencia real que es el pensar. Tengo que destacar, pues, que mis análisis del juego o del lenguaje están pensados como puramente fenomenológicos. El juego no se agota en la conciencia del jugador, y en esta medida es algo más que un comportamiento subjetivo. El lenguaje tampoco se agota en la ciencia del hablante y es en esto también más que un comportamiento subjetivo- Esto es precisamente lo que puede describirse como una experiencia del sujeto, y no tiene nada que ver con "mitología" o "mistificación." Esta actitud metodológica de base se mantiene más acá de toda conclusión realmente metafisica."
Establecida la distinción con Heidegger, agregaremos que en su fundamentación de la hermenéutica, Gadamer se apoya en el círculo hermenéutico del todo y las partes, aunque aclara que: "El mismo concepto del todo sólo debe entenderse como relativo. La totalidad del sentido que se trata de comprender en la historia o en la tradición no se refiere en ningún caso al sentido de la totalidad de la historia...la finitud de la propia comprensión es el modo en el que afirman su validez la realidad, la resistencia, lo absurdo e incomprensible. El que toma en serio esta finitud tiene que tomar en serio la realidad de la historia."
Una vez hechas esas precisiones, podemos exponer la síntesis de lo que Gadamer considera como comprensión y dónde y cómo se realiza:
"1) Comprender es ponerse de acuerdo con alguien sobre algo; 2) el lenguaje es, por tanto, el medio universal para realizar el consenso o comprensión; 3) el diálogo es el modo concreto de alcanzar la comprensión; 4) todo comprender viene a ser así un interpretar; 5) la comprensión, que se realiza siempre, fundamentalmente, en el diálogo por medio del lenguaje, se mueve en un circulo encerrado en la dialéctica de pregunta y respuesta; 6) la dimensión lingüística de la comprensión, indica que es la concreción de la conciencia de la historia efectual; 7) la tradición consiste en existir en el medio del lenguaje, en cuanto el pasado se actualiza, se reconoce su sentido a menudo con nuevas iluminaciones."
Derivado de esto el autor propone en su texto:
"La comprensión sólo se convierte en una tarea necesaria de dirección metodológica a partir del momento en que surge la conciencia histórica, que implica una distancia fundamental del presente frente a toda transmisión histórica. La tesis de mi libro es que en toda comprensión de la tradición opera el momento de la historia efectual, y que sigue siendo operante allí donde se ha afirmado ya la metodología de la moderna ciencia histórica..."
Esta idea sobre la comprensión, Gadamer la aplica a la acción traductora, es decir, la acción de traducir los textos. Sobre ello el autor dice: "Igual que en la conversación con el fin de alcanzar este objetivo, uno se pone en el lugar del otro para comprender su punto de vista, también el traductor intenta ponerse por completo en el lugar del autor. Pero esto no proporciona por sí solo ni el acuerdo en la conversación ni el éxito en la reproducción de la traducción. Las estructuras son claramente parecidas. El ponerse de acuerdo en una conversación implica que los interlocutores están dispuestos a ello y que van a intentar hacer valer en sí mismos lo extraño y adverso. Cuando esto ocurre recíprocamente y cada interlocutor sopesa los contraargumentos al mismo tiempo que mantiene sus propias razones puede llegarse poco a poco a una transferencia recíproca, imperceptible y no arbitraria de los puntos de vista (lo que llamamos intercambio de pareceres) hacia una lengua común y una sentencia compartida. Del mismo modo el traductor tiene que mantener a su vez el derecho de la lengua a la que traduce y sin embargo dejar valer en sí lo extraño e incluso adverso del texto y su expresión. Sin embargo, tal vez esta descripción del hacer del traductor esté demasiado recortada. Incluso en los casos extremos en los que hay que traducir de una lengua a otra el tema apenas puede separarse de la lengua. Sólo reproducirá de verdad aquel traductor que logre hacer hablar al tema que el texto le muestre, y esto quiere decir que dé con una lengua que no sólo sea la suya sino también la adecuada al original. La situación de traductor y la del intérprete vienen a ser, pues, en el fondo la misma...todo traductor es intérprete. El que algo esté en una lengua extraña no es sino un caso extremo de dificultad hermenéutica, esto es, de extrañeza y de superación de la misma. En realidad en este sentido determinado inequívocamente son extraños todos los 'objetivos' con los que tiene que ver la hermenéutica tradicional. La tarea de reproducción propia del traductor no se distingue cualitativa, sino sólo gradualmente, de la tarea hermenéutica general que plantea cualquier texto."
El alcance de la hermenéutica va ligado según Gadamer, a los alcances de la ciencia, en donde existe un lenguaje que transmitir y comprender, o textos que traducir, se hará evidente la necesaria presencia, de la hermenéutica.
Sobre las funciones de la hermenéutica, el autor afirma "El fenómeno de la comprensión y de la correcta interpretación de lo comprendido no es sólo un problema específico de las ciencias del espíritu...el problema de la hermenéutica va más allá de las fronteras impuestas por el concepto de método de la ciencia moderna. Comprender e interpretar textos no es sólo una instancia científica, sino que pertenece con toda evidencia a la experiencia humana en el mundo... El fenómeno de la comprensión...tiene validez propia dentro de la ciencia, y se resiste a cualquier intento de transformarlo en un método científico. La presente investigación toma pie en esta resistencia, que se afirma dentro de la ciencia moderna frente a la pretensión de universalidad de la metodología científica. Su objetivo es rastrear la experiencia de la verdad, que el ámbito de control de la metodología científica ahí donde se encuentre, e indagar su legitimación. De este modo las ciencias del espíritu vienen a confluir con formas de la experiencia que quedan fuera de la ciencia: con la experiencia de la filosofía, con la del arte y con la de la misma historia. Son formas de experiencia en las que se expresa una verdad que no puede ser verificada con los medios de que dispone la metodología científica."
Así entendida, la hermenéutica sale del contexto rígido de la metodología de la ciencia para establecerse como una metodología que busca la comprensión de la verdad, donde y como quiera que se encuentre, mediante la interpretación, el arte de la hermenéutica.
Ante las confusiones a que puede prestarse el decir que la hermenéutica se separa del rigor metodológico de la ciencia, en su epílogo, Gadamer hace una observación que de momento simplemente enunciaremos (debido a que su defensa la expondremos en el próximo capítulo de la disputa metodológica). En su apreciación dice: "Fue desde luego un tosco malentendido el que se acusase al lema 'verdad y método' de estar ignorando el rigor metodológico de la ciencia moderna. Lo que da vigencia a la hermenéutica es algo muy distinto y que no plantea la menor tensión con el ethos más estricto de la ciencia. Ningún investigador productivo puede dudar en el fondo de que la limpieza metodológica es, sin duda, ineludible en la ciencia, pero que la aplicación de los métodos habituales es menos constitutiva de la esencia de cualquier investigación que el hallazgo de otros nuevos -y por detrás de ellos, la fantasía creadora del investigador-. Y esto no concierne sólo al ámbito de las llamadas ciencias del espíritu."
''...la reflexión hermenéutica que se plantea en verdad y método es cualquier cosa menos un simple juego de conceptos. En todo momento procede de la praxis concreta de las ciencias, y en éstas la reflexión sobre el método es cualquier cosa menos un simple juego de conceptos. En todo momento procede de la praxis concreta de las ciencias, y en éstas la reflexión sobre el método, esto es, el procedimiento controlable y la falsabilidad, es algo completamente natural. Por otra parte, esta reflexión hermenéutica se ha avalado en todas partes en la práctica de la ciencia."
Estas son, en síntesis, las propuestas metodológicas en torno a la hermenéutica en general y a la hermenéutica filosófica, como concepción totalizadora en particular.

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